Conducir por el mundo abierto de la preciosa e histórica Gran Bretaña con un volante de carreras con fuerza de respuesta es una de las formas más inmersivas de jugar a Forza Horizon 4, ya sea en PC o en Xbox One. Esta guía te ayudará a aprovechar al máximo la configuración de tu volante.
FH4 cuenta con un sistema de fuerza de respuesta totalmente nuevo, más preciso físicamente, y con unos innovadores modelos de
suspensión y neumáticos. Ahora la fuerza se calcula utilizando la torsión de alineación que se genera en la zona de contacto del neumático y en la superficie de conducción, combinando la trayectoria mecánica y neumática en todas las superficies. Como resultado, al modificarse la configuración de la suspensión, la fuerza de respuesta cambia. Por ejemplo, al aumentar el ángulo de giro, aumenta la trayectoria mecánica de la zona de contacto, lo que genera una mayor fuerza de la alineación de la dirección en la fuerza de respuesta.
Se trata de un sistema más limpio y sencillo que los anteriores, aunque da como resultado una experiencia mucho más dinámica y matizada con un volante que, junto con los nuevos modelos de suspensión y neumáticos del juego, hará que te sientas más conectado al coche, y el coche más conectado a la carretera, que nunca. Sobre todo si tu volante está configurado correctamente, si comprendes cómo utilizar la configuración avanzada en el juego y si sabes de qué forma afecta el tuneo del coche a tu experiencia con el volante.
La forma en la que tunees tu coche también afectará tu experiencia con el volante. Muchos jugadores asumen erróneamente que el sistema o la configuración de la fuerza de respuesta hacen que el coche sobrevire o subvire más. Esto no es posible, ya que el sobreviraje y el subviraje son efectos físicos del coche y el jugador puede tunear estos cambios en la configuración de tuneo, no mediante los ajustes de la fuerza de respuesta. La fuerza de respuesta son los efectos físicos que sientes a través de tu volante, y es lo que te ayuda a sentir lo que está pasando a nivel físico, pero no afecta al comportamiento del coche. ¿Tu vehículo sobrevira demasiado cuando levantas el pie del acelerador? Pues sube la desaceleración diferencial. ¿Tu coche sobrevira demasiado en el centro y en la salida de una curva? Pues refuerza tu muelle delantero, la barra estabilizadora o ambos. Y lo mismo con otros problemas similares.
La imagen inferior muestra lo que hacen las trayectorias neumáticas y mecánicas en la realidad, cuyo resultado es lo que se siente al volante. En el juego sucede lo mismo. Si reduces la trayectoria mecánica, disminuirá la torsión de alineación general y el aspecto "de pico" de la trayectoria neumática quedará expuesta.